¿Alguna vez te pasó cerrar los ojos cuando estás a punto de dormirte y de repente empezar a pensar o "soñar despierto" cómo caen las figuras geométricas del Tetris para ir formando líneas? Ya cuando te sucede esto, lo mejor es que lo empieces a dejar, porque es un síntoma claro de la adicción al Tetris. Este juego fue diseñado en la Unión Soviética por los años 1984. Se considera en la actualidad como uno de los juegos más populares de todos los tiempos. Es que sin lugar a dudas, no hay un juego que sea conocido por todo el mundo, como este, el Tetris. Originalmente, fue vendido para ordenadores de escritorio, pero en particular, con la Game Boy, tuvo un auge increíble. El juego tiene un significado especial, ya que la palabra Tetris proviene de la palabra tetra, en griego.
Está más que claro, según algunos expertos, que el Tetris incrementa la velocidad mental y el nivel de pensamiento lógico. A medida que lo utilizamos, desarrollamos el cerebro y lo profesionalizamos. Por ejemplo, cuando apenas empezamos a jugar, nos vamos a dar cuenta de que no somos muy buenos, incluso puede producir estrés, pero a medida que lo jugamos más tiempo, generamos más glucosa y ya no gastamos tanta energía en el juego. Esto tiene varias ventajas, pero ahora vamos a hablar de la desventaja mayor del Tetris: la adicción o el efecto Tetris.
Según muchos, el mejor juego de la historia. |
Pero, ¿por qué el juego es tan adictivo? Básicamente por su simpleza y su estructuración. Es matemáticamente perfecto, no tiene errores. A nuestro cerebro le encanta ordenar objetos, y en el Tetris, lo realiza ordenando figuras polinómicas. El hecho de que se nos presenten problemas a solucionar de forma rápida, estimula al cerebro a encontrar soluciones simples. El hecho de haber encontrado una solución, es decir, haber hecho una fila en el juego, nos da una sensación de placer y querer volver a hacer otra porque de hecho, nos ha gustado la sensación.
Otra de las razones por las cuales el Tetris es adictivo es que genera tareas constantemente por completar. Esto quiere decir, que tenemos asignaciones pendientes que nos pone ansiosos porque queremos ganar el juego, y nos agiliza la mente de forma eficaz. El hecho de que los juegos virtuales provoquen frustración, aumentan el deseo de volver a jugar. Finalmente, se puede decir que cuando empieza el juego, no sabemos bien cómo va a terminar, entonces ese interrogante energiza nuestro cerebro para actuar de la mejor forma posible. Uno puede no estar interesado en el Tetris hasta que comienzan a caer los bloques, y de ahí en más, duplicamos la atención para tener un mejor rendimiento, lo que genera el estrés. ¿A vos te ha sucedido el "efecto Tetris" de ordenar combinaciones de figuras cuando cierras los ojos?
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