El robot Curiosity aterrizó este lunes 6 de agosto de 2012 en Marte y sin lugar a dudas es uno de los acontecimientos más importantes que ha transcurrido en la historia de la tecnología. Esto nos da la posibilidad de ir más allá de los límites. Es un hecho histórico. El viaje de la Tierra hasta Marte duró 8 meses y medio. El robot Curiosity no tiene inteligencia artificial pero tiene la capacidad de manejarse de forma autónoma. No es manejado por control remoto desde la Tierra porque toda la información que envía el mismo tarda en llegar a la tierra unos 14 minutos aproximadamente. La distancia entre Marte y nuestro planeta por estas épocas es alrededor de unos 248 millones de kilómetros, un dato muy curioso. El robot tiene varias cámaras para enviar imágenes y videos a la Tierra. Tiene rayos-X también y un brazo mecánico de 7 metros de longitud.
El robot Curiosity aterrizó en Marte de la siguiente forma:
Diez minutos antes de llegar a la superficie de Marte, la etapa de crucero se desprende de la sonda y se quema. Luego, un instrumento en el interior de la nave espacial llamado Medli, se encarga de medir la temperatura de la misma, ya que en esta habían 10 grados Celsius y en el exterior, aproximadamente 2100 grados Celcius. Obviamente que por estos momentos los científicos involucrados en la fabricación del robot vivían muchos nervios.
La atmósfera de Marte hizo que la nave desacelere desde 5,9 a 0,45 kilómetros por segundo. Todos estos cálculos estaban previstos por los científicos, que ya habían tenido cada detalle en cuenta. Por eso esperaban expectantes un desenlace genial. Este es el momento en el cuál, a 11 kilómetros de la superficie de Marte, se desprende el paracaídas de la nave para desacelerar aún más la velocidad de la misma. Si estuviésemos parados arriba de la nave, tendríamos una vista parecida a la que presenciamos por la ventanilla de un avión, con la diferencia de estar observando Marte, en vez de la Tierra.
Luego, a 8 kilómetros de Marte solamente, el escudo térmico se desprende de la nave y desaparece. Es acá en donde comienza una parte crucial para un correcto aterrizaje del robot Curiosity. Es uno de esos momentos en los que la tecnología no debe fallar. El sistema de radar empieza a funcionar, para sensar la distancia con respecto a Marte, y la velocidad de la nave. En el momento justo, hay que empezar a reducir la potencia. Si se empieza demasiado pronto, la nave carecerá de combustible. De lo contrario, si se empieza después de lo previsto, no se tendrá demasiado tiempo para frenar del todo.
Alrededor de 1,6 kilómetros de Marte, se desprende el robot de la cápsula que lo contiene y se produce su caída libre a unos 280 kilómetros por hora, aproximadamente. Luego, se encienden 8 retrocohetes de fuego desde la parte inferior para desacelerar aun más.
Luego, se viene una maniobra denominada Sky Crane. Esta consiste en bajar el robot Curiosity lentamente desde el soporte que lo contiene hacia la superficie de Marte a una velocidad de 2,7 kilómetros por hora. Como si fuese una grúa gigante que bajara un elemento muy despacio. Es este momento en el cuál 4 de los 8 retrocohetes se apagan y a 7,5 metros de la superficie de Marte, el robot Curiosity empieza a acercarse a su destino final.
Empieza a bajar mediante tres cuerdas de nylon y un "cordón umbilical" sujetados desde el soporte. De esta forma, el objetivo está a punto de tomar color. Finalmente, el robot libera sus 6 ruedas y toca la superficie de Marte. Por fin, los científicos pueden festejar. Toda una hazaña.
El robot Curiosity aterrizó en Marte de la siguiente forma:
Diez minutos antes de llegar a la superficie de Marte, la etapa de crucero se desprende de la sonda y se quema. Luego, un instrumento en el interior de la nave espacial llamado Medli, se encarga de medir la temperatura de la misma, ya que en esta habían 10 grados Celsius y en el exterior, aproximadamente 2100 grados Celcius. Obviamente que por estos momentos los científicos involucrados en la fabricación del robot vivían muchos nervios.
La atmósfera de Marte hizo que la nave desacelere desde 5,9 a 0,45 kilómetros por segundo. Todos estos cálculos estaban previstos por los científicos, que ya habían tenido cada detalle en cuenta. Por eso esperaban expectantes un desenlace genial. Este es el momento en el cuál, a 11 kilómetros de la superficie de Marte, se desprende el paracaídas de la nave para desacelerar aún más la velocidad de la misma. Si estuviésemos parados arriba de la nave, tendríamos una vista parecida a la que presenciamos por la ventanilla de un avión, con la diferencia de estar observando Marte, en vez de la Tierra.
Luego, a 8 kilómetros de Marte solamente, el escudo térmico se desprende de la nave y desaparece. Es acá en donde comienza una parte crucial para un correcto aterrizaje del robot Curiosity. Es uno de esos momentos en los que la tecnología no debe fallar. El sistema de radar empieza a funcionar, para sensar la distancia con respecto a Marte, y la velocidad de la nave. En el momento justo, hay que empezar a reducir la potencia. Si se empieza demasiado pronto, la nave carecerá de combustible. De lo contrario, si se empieza después de lo previsto, no se tendrá demasiado tiempo para frenar del todo.
Alrededor de 1,6 kilómetros de Marte, se desprende el robot de la cápsula que lo contiene y se produce su caída libre a unos 280 kilómetros por hora, aproximadamente. Luego, se encienden 8 retrocohetes de fuego desde la parte inferior para desacelerar aun más.
El robot Curiosity, a punto de llegar a Marte |
que problema principal huvo al aterrizar?
ResponderEliminarTuvo algún problema en la misión?
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