¿La tecnología causa aislamiento en la sociedad?

La tecnología tiene varias ventajas y desventajas, como ya hemos visto bastante tiempo atrás. Entre las ventajas, se destacan la comunicación, la globalización de los datos, beneficios relacionados al bienestar en diferentes ámbitos, y como desventajas se pueden mencionar la adicción, el sedentarismo, y un posible aislamiento por parte de la sociedad. Lo cierto es que el hecho de que cada vez hayan más pantallas que nos rodean todo el tiempo, uno puede pensar que la tecnología está empezando a quebrar vínculos reales para virtualizarlos. Por eso, cuando uno está digitalizando una relación de forma constante, en realidad se está aislando en vez de unirse. Por eso hay que separar los conceptos. El hecho de estar todo el día hablando por celular o por chat en la computadora, no significa que nos estamos comunicando realmente. Quizá, si no lo hacemos frecuentemente o no tornamos la vitalidad en la relación virtual, no nos aislemos. Pero si creemos que es allí donde se encuentra la esencia, podemos estar en un problema.

La tecnología puede causar aislamiento en la sociedad si estamos excesivo tiempo construyendo relaciones vía Internet, cuando en verdaderamente hay que hacer esto en la realidad. Es por ello que nos aislamos por más de que creamos que no es así. También, el sedentarismo puede ser una causa o una razón para quedarse atrapado en una pantalla tecnológica y no salir a pasear, aislándonos aún más. Pero de todos modos, estar cerca de la tecnología no significa aislarse, sino que usarla en demasía puede repercutir en otros aspectos como este del que estamos hablando.

Aunque no nos demos cuenta, lo que sucede en la imagen ocurre más de lo normal.

Supongamos un ejemplo. Cuando estamos con amigos, en vez de estar comunicándonos con ellos e interactuando, estamos hablando por algún tipo de mensajería instantánea, como WhatsApp, con otros amigos. Esto hay que cambiarlo, ya que es algo que se denomina Phubbing, y es el hecho de ignorar los alrededores por estar frente a una pantalla. Esto, aunque no lo creamos, es un síntoma de aislamiento, ya que en definitiva, no estamos prestando atención a las relaciones.

Todo tiene que ser en su medida. Las pantallas virtuales no son malignas, pero hay que usarlas conscientementes sabiendo que pueden producir daños emocionales si nos se las usa con prudencia. Si sabemos apreciar las amistades verdaderas, no vamos a tener problemas en no convertirlas en algo virtual o digital. Lo cierto, es que si alguien tiene tendencias de aislarse frente a la sociedad, hay que tener cuidado con las pantallas porque pueden acentuar más aún el problema por ser un factor que genera mucha distracción sin que lo percibamos.